¡Buenos días Steve! ¡Sirveme el de siempre!
Steve, el encargado del café, quedó sorprendido al ver a uno de sus clientes asiduos entrar por la puerta totalmente desnudo, con excepción de sus pies, los cuales iban cubiertos con unas botas estilo vaqueras color vino.
Derick, así se llamaba el cliente, era un tipo común y corriente. De una estatura media, piel blanca, y un sobrepeso inminente. Era un tipo de oficina, cincuentón, sin muchas aspiraciones de vida (de lo poco que le quedaba de vida). Siempre vestía trajes en tonos grises y azules. Debajo del saco, llevaba puesto un chaleco o un sweater. Utilizaba zapatos con suela de goma.
Derick se paró en la barra del café, estiró el cuerpo y tomó el diario. Los demás clientes lo observaban consternados, algunos reían, otros simplemente ausentaban la mirada del cuerpo voluptuoso.
Steve, se encontraba del otro lado de la barra, discretamente se acercó a Derick y en voz baja le pregunto: ¿Ya te diste cuenta que vienes desnudo?
- Si, ¿hay algún problema?- respondió.
- Bueno, por mi no hay ningún problema, pero hay clientes que estan incomodos.
- Ese es problema de ellos, no mio. - Argumentó Derick sin quitar la vista de su diario.
- ¿Porqué lo haces? - pregunto Steve.
- Porque hoy quiero dejar de ser ordinario, estoy cansado de hacer lo mismo siempre. Sé perfectamente que no soy un tipo agraciado y mucho menos inteligente. Pero hoy voy a hacer que la gente que me rodea, me recuerde hasta el último día de su existencia. ¿Qué piensas sobre esto? le pregunto a Steve con una cara un poco delirante.
-Bueno, ¡hay otras formas de sobresalir! -Respondió con la mirada en la taza de café que le había preparado.
¡Gracias por el café! Dijo Derick al tomar el vaso desechable.
Dió un sorbo grande y dejó el vaso sobre la barra, enseguida se rascó la nalga derecha sin pena alguna. Dirigió su mirada sobre Steve, y le guiñó el ojo derecho,después bajó su mirada al periódico.
Steve no podía creer lo que veía, estaba mudo, al igual que los demás clientes. Nadie se movía, estaban a la expectativa de los movimientos y comentarios del hombre desnudo.
Derick comenzó a hacer algunos ejercicios aeróbicos en frente de todos. Primero intentó tocarse los pies con las piernas estiradas, después hizo algunos saltos mientras abría y cerraba los brazos y las piernas al mismo tiempo.
¿Qué haces?. Preguntó Steve un poco exaltado.
- Mi rutina diaria de aerobics.
- Pero tu nunca haces ejercicio aquí - Respondió un poco molesto Steve.
- Esta bien, ¡no te enojes!, ya te dije que quiere hacer cosas distintas hoy.
Nadie se movía, sólo observaban.
Derick se recargó de nuevo en la barra y siguió hojeando el periódico. Después de un rato más, tomó su café, dió la media vuelta y se dirigió a los demás clientes diciendo: !Señores, que tengan un excelente día!. Le dió una palmada a Steve en el hombro y salió por la puerta por dónde llegó sin pagar su café.
Steve, vió como se alejaba Derick con un meneo de nalgas impresionante y lo único que pensó fue: ¡Este cabrón es mi héroe!
JAJAJJAJAJJAJAJJAJ!!! Seguro era "the dude" "the dudeness" "El duderino"
ResponderEliminarMe encantó ser parte de tu influjo creativo de éste día.
ResponderEliminarDigamos que a diferencia de Derick cambiaría las botas por un par de tenis estilo Converse...lo de los aerobics x un pequeño bailecillo alegre q festeje los buenos días...
Felicidades!
Eso es lo que busco Mi Alex, la irreverencia jajajaja ¿te parece que lo publique en el 2° número de Rom'arte?
ResponderEliminarEchale una mirada a mi blog, se llama policultur
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