La verdad irreal de su mentira
presiona hasta llevarme al limite
siento angustia
por una culpabilidad inexistente.
Su señalamiento constante
cansa, agota.
Al final, todo termina en un choque
entre ceder a su razón falsa
o seguir sobre la verdad.
La relación se erosiona
al punto de convertirme en invisible
para que se olvide de mí.