sábado, 11 de diciembre de 2010

Rapsodia en el baño

Estoy sentado en el escusado y escucho música salir de mis intestinos. No logro distinguir cada uno de los instrumentos, pero el sonido lleva su tiempo, nadie se sale de él.
Abro los ojos y me doy cuenta que estoy cagando.
¿Cómo es posible que de mi mierda salga música? - Me pregunto en voz alta.
Vuelvo a cerra los ojos y sigo escuchando. Parecería que tengo dentro de mí a una filarmónica, la cual no está llevando una lectura musical, simplemente se deja llevar por sus pasiones.
¡Mierda!
- ¿Qué pasó?
-¿Dónde está la música?
El silencio era parecido al de un valle sin viento, daba un poco de miedo.
Consternado, me despego de la taza de baño y lentamente voltéo para ver qué pasaba. Ahí estaba, era una mierda de escala bíblica, algo inimaginable. Cualquier historia épica era mínima a comparación de lo que veían mis ojos.
Ahora comprendía todo, algo divino se estaba gestando en mis tripas, y hacían música para poder librarse de mí.
¡Ingrata! - le grito a la mierda.
Tan bien que estabas dentro de mí, y lo único que deseas es escapar.
Tiro la cadena , con un voz molesta y señalandola, digo: ¡ Vete al caño, pinche desleal !