Una viejecita cariñosa y linda
llegaba cada 15 días de visita a casa
tomada de la mano de mi abuelo.
Llegaban siempre con una bolsa de papel llena de pan dulce.
Lolita la tercera esposa de mi abuelo
una mujer de estatura pequeña
de piel blanca y arrugada
el pelo corto teñído de rubio
una voz aguda y quebradiza
siempre terca y a la vez dulce.
La imagen que siempre tuve de ella fue de bondad.
Hoy todo cambió.
Lolita durante un año tuvo que firmar en un penal
para limpiar sus antecedentes.
La historia fue que ella tuvo una riña con una vecina,
la cual atacó a Lolita con una bolsa llena de botellas
y en medio del forcejeo aparació un policia y las detuvo.
Fue detenida por promover desorden en la vía publica
sentenciada y liberada bajo fianza,
condicionada a firmar mensualmente.
Lolita dejó de ser para mí esa vijecita dulce
convirtiendose en una abuelita PUNK.
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