miércoles, 13 de abril de 2011

Carta a Norma


¡Siempre he sido el chiflado de la familia!
¡No te espantes!, no es nada malo, simplemente hago cosas diferntes que el resto de los demás.
Mi vida es poco común, creo que mucha gente me envidia por eso. En mi trabajo se vale usar tatuajes, perforaciones, usar bermudaz y sandalias, beber un trago en horarios de oficina y cuando algo no funciona, me puedo ausentar un par de días y nadie me reclama. Amo ser quién soy.
Lo anterior es para que sepas un poco cómo soy. 
Pero el verdadero objetivo de esta carta, es para agradecerte lo que haz hecho por mí.  
Seguramente te preguntarás ¿Porqué? ¿Qué me tendría que agradecer un tipo que ni siquiera sé su nombre, que nunca he visto, y no sabía que existía (hasta hoy)?
Bueno mi agradecimiento es porqué amo profundamente  una parte de tí. 
Esa parte tuya que juzgas, que no te gusta, que critícas porqué no se amolda a lo que eres, pero, que a la vez, amas desde lo más dentro de tí.
Amo tu parte auténtica, fresca, libre, alocada e independiente. Amo cómo caminas, como hueles, la forma de tu boca, de tu cabello y tu acento que me vuelve loco.
Norma, querida mía, ¿ahora entiendes porqué te agradezco?. ¡Le diste luz a mi vida!
Esa parte tuya que amo, es tu hija. Estoy agradecido por cruzarme con ella en mi camino.

P.D. Perdón por no presentarme, mi nombre no importa mucho, seguramente me recorderás como el loco que te escribió una carta.
F.E.*

3 comentarios: