miércoles, 27 de abril de 2011

60 días


Relajados en el sillón
desnudos
sin prejuicio alguno
tu arrodillada frente a mí
con tu cara de niña
tu piel dorada
tu olor dulce
y tu acento que me inmoviliza.
Me pediste un plazo
para crear algo magistral.
Con el poco vino que nos quedaba
brindamos por los 60 días
nos miramos a los ojos
sonreimos
dimos un sorbo y nos besamos.
La brisa de la playa será testigo.
F.E.

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